Siguiendo con nuestro viaje por
los años 50, dedicamos la entrada de la semana a los maquilladores y
diseñadores destacables de esta década.
En referencia al maquillaje, la industria de la moda
francesa va adquiriendo mayor importancia y su influencia en el maquillaje cada
vez es más patente.
En esta época Christian Dior se inicia en el mundo
del maquillaje.
El maquillaje Dior nace entre los bastidores de los desfiles
de Alta Costura. Desde sus inicios, Christian Dior comprende la importancia de
los sombras de ojos, de los polvos y de las barras de labios. Amante del color,
ve en el maquillaje una nueva manera de volver más guapas a las mujeres. Así,
en 1953, lanza su saga Rouge Dior,
con una paleta de ocho tonalidades que van desde el rojo profundo hasta el
anaranjado vivo, a contracorriente de la tendencia dominante.
“Existen ocho tonos especialmente elegidos por Christian
Dior para combinar con cada tono de piel, cada color, cada tela, cada hora…”.
Éxito rotundo, Rouge Dior está en todos los bolsos. Verdadero accesorio de
moda, anuncia ya los lazos estrechos que unen hoy un día la moda y el
maquillaje de la Casa.
“El color impone la innovación.Un toque de color es suficiente para
modificar su aspecto”
Christian Dior
Así, con el comienzo de la primera barra de labios, la
cosmética Dior se abre paso en el mercado, un mercado que se rindió a sus pies
y al que aún en la actualidad sigue deslumbrando con sus novedosas creaciones,
ya que este primer lanzamiento le siguió una completa línea cosmética que hoy
en día se encuentra entre las más deseadas del mercado.
El maquillaje Dior se ha inspirado en la audacia y la
efervescencia creativa de las colecciones de moda de la
Casa. Dior innova cada temporada con la
creación de looks pensados para magnificar sus colecciones de Alta Costura.
Como un homenaje al modisto que adoraba el color, el maquillaje Dior exalta
tonos inéditos con pigmentos cada vez más intensos.
Otras marcas como Chanel y más tarde Rochas
irrumpen en el mundo del maquillaje e implantan la costumbre de lanzar dos
coloridos de temporada acordes con sus colecciones de moda. Combinaciones como
sombra verde claro con delineador azul oscuro y máscara violeta, la combinación
párpados turquesa y labios naranja, que tuvo mucho éxito.
Las cejas se llevaban más claras y anchas como Audrey Hepburn que daban un toque
elegante a la par que dramático o bien podían ir un poco más curvadas al estilo
de Marilyn Monroe o Elizabeth Taylor que daban un aire más
sensual.
Audrey Hepburn
Marilyn Monroe
Elisabeth Taylor
Respecto a la moda, una de las
figuras más emblemáticas del mundo de la moda, no solo de esta década, si no
atemporal en la historia, por el legado en la moda que nos ha dejado, es Coco Chanel.
Nacida en
1883, su carrera en el mundo de la moda empezó mucho antes,
considerada como una transgresora en la primera Guerra Mundial,
diseñó bolsos, perfumes, sombreros y joyas; como es su fragancia
exclusiva, Chanel Nº5, que se convirtió en un producto
emblemático y mundialmente conocido. Estableció una ruptura con la
opulenta y poco práctica elegancia de la Belle Époque y
creó una línea de ropa informal, sencilla y cómoda.
Pero en
los años 50, tras pasar varios años exiliada en Suiza, Coco volvió
a su casa en la rue Cambon 31, con la intención de “ser lo que
está por llegar”, y lo consiguió. Comenzando, desde cero, Chanel
empezó a imponer, de nuevo, su particular sentido de la elegancia,
creando iconos imperecederos en el mundo de la moda. En 1955, el
bolso acolchado, en 1956 el traje de diseño minimalista y, por fin,
en 1957 el zapato beige con punta negra y correa elástica.
Diseñado en
febrero de 1955, se dice que Chanel se inspiró para crear este bolso
(modelo 2.55)en el acolchado de las sillas de montar del hipódromo
de Suresnes en París. Hoy en día, sigue siendo uno de los modelos
más deseados en todo el mundo.
Imagen
del mítico traje sastre de Chanel, fabricado en tweed, y forrado
interiormente en seda, se acopla perfectamente al cuerpo de la mujer,
permitiendo fluidez y movimiento. En el dobladillo interior, lleva
una cadenita para darle peso a la prenda. Tiene dos bolsillos
superiores y dos inferiores.
Inspirada
como ya era costumbre en ella en la estética masculina, gracias a la
combinación de colores, con la puntera negra conseguía acortar el
pie, y con el beige alargar la pierna. La cinta elástica dotaba al
pie de mayor libertad de movimientos y mucha más comodidad. Fue la
propia Chanel la primera en probar estos zapatos.
Amiga
también de los complementos, fue su gusto por las perlas, lo que ha
hecho que a día de hoy, éstas sigan considerándose un símbolo de
elegancia y distinción.
Cristobal Balenciaga:
Contemporáneo
a Chanel y Dior, impuso un estilo totalmente innovador, es apartir
de esta década cuando consigue todo su esplendor.
A
diferencia de muchos otros diseñadores, Balenciaga no realizaba
bocetos de sus creaciones, si no que siempre tuvo un pleno dominio de
la costura y el manejo de los tejidos.
En
sus creaciones, manifestó predilección por los tejidos con peso,
enriqueciéndolos con bordados a mano, pedrería o lentejuelas.
En
su haber destacan los vestidos negros, abrigos cuadrados sin cuello
ni botones, la manga japonesa, vestido túnica o los impermeables
transparentes.
Su
estilo, totalmente innovador se basaba en: línea de hombros caídos,
cintura pinzada y caderas redondas.
Balenciaga
era capaz de crear un vestido con un paño de tela, sin casi cortes
ni costuras, y en poquísimo tiempo. Tenía una habilidad para crear
volúmenes y formas de una forma asombrosa, dando además, un acabado
perfecto a sus prendas. Creaba diseños exclusivos para sus mejores
clientas, sin necesidad de pruebas.
Apasionado
de los grandes maestros de la pintura española, sobre todo Velazquez
y Goya, también encontramos influencias cubistas en sus modelos.
Se
ha dicho de Balenciaga que su percepción de la mujer es más
japonesa que occidental; por ejemplo, aunque sus modelos no resultan
eróticos, ya que consisten en volúmenes que encierran a la mujer,
destaca mucho el elemento de la nuca, muy erótico en Japón.
Muy
celoso de su vida privada, visitó a una larga lista de clientas de
la alta sociedad, incluyendo a Marlene Dietrich o Greta Garbo. Recibía a sus clientes con cita previa y
organizaba eventos privados en su taller.
Marlene Dietrich
Durante
su carrera Balenciaga vivió por y para la alta costura, negándose a
realizar colecciones de ese tipo. La colaboración más cercana que
tuvo fue el diseño de los uniformes de las azafatas de Air France,
retirándose poco después.