sábado, 8 de febrero de 2014

Los años 80


La década de los 80 trajo consigo los “excesos”, a través de los colores fuertes, estampados y hombreras gigantes. Fue para no olvidarlo, todo era exuberante, rebuscado…una explosión de color!.
Fue una de las décadas más culturales que se recuerdan. La forma de vida de estos años goza de muchos admiradores, así como de la música, programas de televisión de la época, cine y moda, es por ello una de las épocas más recordadas.
El estilo de vida dejó de limitarse solo al maquillaje, peinado y complementos. Aumenta el interés por el culto al cuerpo con los gimnasios y entrenadores personales, así como la cirugía estética.
En estos años, la mujer lleva dos generaciones luchando por la igualdad, destacando en esta época un ideal de belleza apostando por una mujer deportiva, ambiciosa, que triunfa tanto en su vida personal como profesional. Adopta un look masculino, busca ensanchar sus hombros, y en ocasiones adapta el clásico traje masculino a sus gustos: camisas sin cuello, chalecos, tirantes…
El pelo se lleva cortado asimétricamente, grandes permanentes, flequillos con movimiento, tupés, y se hace gran uso de los fijadores de pelo.
Maquillaje:
Es duro y agresivo, más masculino. Las cejas se llevan prácticamente naturales, gruesas y anchas. Los ángulos en el maquillaje son rasgados, tanto en ojos como en modelado, el cual es recto y de corte duro, marcando la mandíbula.
Se sombrean los laterales de la nariz para crear una mirada más dura y con carácter, así, como el maquillaje del ojo, para el cual se empleaba el kohl tanto por dentro como por fuera del ojo. Sombras muy fuertes, colores puros y llamativos (los colores más de moda eran el fucsia, azul marino, violeta, verde…), siempre acompañados del negro en el contorno del ojo, estirando y rasgando la mirada. Mucha máscara de pestañas
Desaparece el brillo en el maquillaje, dejando paso al toque mate; y se emplean los labiales oscuros y mates, perfilando el corazón del labio de forma puntiaguda.
Vestuario:
Todo era rebuscado: superposición de prendas rodeadas por gruesos cinturones, blusas muy anchas frecuentemente estampadas y con grandes hombreras.
Los pantalones son ajustados, y cobra mucha importancia el vaquero. Se llevan de todo tipo: desgastados con agujeros y deshilachados, lavados con ácido, y sobre todo de estilo country. Se popularizaron en la época también, los pantalones de paracaídas, leggins y pantalones de estribo, combinados comúnmente con las camisas grandes tan utilizadas en la época.
Para las faldas, hay de todos los tamaños y gustos, desde las muy largas, casi hasta los pies, a minifaldas muy cortas.

Desde Gran Bretaña vinieron las camisas blancas con volante, de inspiración “eduardiana”.
Se impone el gusto por la lentejuela, el strass, plumas, lycras, cuero, calentadores, pañuelos de colores atados en el pelo o en la pierna…..
Todo exceso estaba bien visto!.




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