viernes, 23 de mayo de 2014

Gilda (1946)

Película americana estrenada en 1946, la cual no se la considera de las mejores de la época, pero su simbolismo y estética la convirtieron y siguen convirtiendo en una obra imprescindible, al igual que el drama pasional que en el film se recrea.

La película, protagonizada por Rita Haywoth (Gilda) y  Glenn Ford (Johnny Farrel), junto a George Macready (Ballin Mundson), trata sobre el triángulo amoroso de los tres personajes. Johnny Farrel, un aventurero que vive de hacer trampas en el juego, recala en Buenos Aires. Allí lo sacará de un apuro Ballin Mundson, propietario de un lujoso casino, que acaba haciendo de él su hombre de confianza. Un día, Mundson le presenta a Farrel, a su esposa Gilda. Su sorpresa no tendrá límites: fue precisamente ella quien lo convirtió en lo que es, un ser cínico y amargado.

Aunque la película data de 1946, época dorada de estudiada elegancia y mucha feminidad, el look que Rita Hayworth luce en Gilda es uno de los que más de actualidad se encuentra en nuestros días, tanto maquillaje como vestuario y peluquería.
Las claves del maquillaje de Rita Haywoth en Gilda son sencillas: una piel impecable, destacando mucho los pómulos, cubierta con una base muy ligera de maquillaje, y con un suave toque de polvos, para dar el acabado mate, tan de moda en las películas de la época.

Las cejas, bastante finas y muy bien trazadas, muy cuidadas y arqueadas extendidas hacia la sien en gris oscuro o negro, y perfectamente perfiladas con un lápiz marrón. 
Respecto a la mirada, eyeliner y máscara negros, sin salirse del párpado móvil,  luciendo mucho más sobre un párpado que parece desnudo. Para aumentar aún más la intensidad de la mirada, toque de pestañas postizas, las cuales, no solo eran usadas por la actriz en sus películas, si no también en su vida diaria.

Para los labios, color rojo pasión, todo un clásico de la época.


La peluquería, la mítica melena pelirroja de Rita Hayworth, algo verdaderamente insólito en la época, y completamente peinada en ondas, con raya al lado muy marcada, y volumen, para crear más efecto en los golpes de melena de la actriz.

Respecto al vestuario, éste consigue transmitir la evolución de los personajes a través de la historia, pero sin duda, encontramos piezas atemporales en la película, algunas de las cuales hemos podido ver más recientemente en colecciones de diseñadores españoles, fascinados por el terciopelo líquido.

El sexy y lujoso vestuario, creado por Jean Louis, diseñador francés nacido en 1906, tienta a cualquier mujer: satén negro, pieles que arrastran por el suelo insolentemente, vaporosos camisones y joyas.

Espectacular y el más recodado, probablemente de todos los modelos que luce la actriz en la película, es el vestido negro, de imponente abertura lateral, y que lanzó a la actriz a la fama de ser una de las mujeres más sexys de la época.


Destaca el vestuario de la película por su innovación en algunos de los complementos o composiciones, cómo es la aplicación metálica en el escote en esta escena: 

O el uso de tachuelas, cinturón y brazalete metálicos como complementos a la vestimenta: 

Tal fue la influencia de la película y su vestuario, que los zapatos que saca Gilda en sus bailes en el Casino, con una tira atada al tobillo, pasaron a denominarse en la época, “Zapatos Gilda”.

Vestuario muy sofisticado e imposible de olvidar, como la obra, no es de extrañar que la película ganara en 1946 el Oscar al Mejor Vestuario.

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