viernes, 2 de mayo de 2014

Los años 40

La década de los 40 fue muy marcada por una de las guerras más sangrientas, como fue la Segunda Guerra Mundial, en la que se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del mundo.
Se perdió el color, todo era más oscuro y olía a tristeza.

El cine tuvo su atraso, pero se hicieron películas importantes como Casablanca. En Hollywood resurgen los musicales. Es la época de las divas de Hollywood como Marlene Dietrich, Rita Hayword

Marlene Dietrich

Rita Hayword

En la música seguía el jazz y el blues.

Se produjo una gran recesión económica y hubo que reestablecer nuevas escalas de valores y priorizar gastos por la subsistencia de las familias. Por lo que la fabricación de productos cosméticos y maquillajes quedó delegada. Y los perfumes, desaparecieron del mercado.

En lo que respecta al cabello, los recogidos altos y los tupes causaron furor, ya que muy pocas mujeres se podían permitir ir a la peluquería. Las melenas, cuando iban sueltas, se solían peinar con la raya al lado y ligeramente onduladas. Se usaban mucho las pañoletas en la cabeza para ocultar los cabellos desaliñados.


El estilo pin up aparece en los años 40 con la actriz Verónica Lake. La sensualidad de esta mujer hizo que su peinado fuera uno de los más imitados.

A pesar de la gran crisis económica, en Estados Unidos, se hizo lo imposible para retomar la producción de maquillaje, ya que pensaron que si las mujeres se veían guapas y estaban felices, la nación se mantendría en pie al alegrar a los soldados cuando iban a verlas en sus permisos.

A finales de la década, aparecen las pestañas postizas y los delineadores de ojos líquidos y en pasta, las sombras de ojos en barra, la máscara de pestañas waterproff y los desmaquillantes de ojos.

El maquillaje de los años 40 está marcado por su sencillez y sobriedad. Nada de colores extremos en el rostro.

La calidad de los productos disminuyó considerablemente por la escasez de grasas y aceites, por lo que los labiales eran secos y escamosos. Los rostros los llevaban mates y empolvados, y costaba mucho aplicar los polvos y las barras de labios de una manera uniforme.

Las cejas pasaron a ser más gruesas y naturales, se crea la llamada forma “ala de paloma”.

Los labios se llevaban voluptuosos y enormes con el arco de cupido separando los picos del arco, se delinea por fuera en la parte superior hacia las comisuras. Llamándola vulgarmente “boca de asco”, se da este nombre como protesta por la guerra. Y los tonos suelen ser marrones, generalmente oscuros.

Los ojos se sombreaban en tonos muy suaves (celeste, verdoso, marfil, marrón, tierra…) eran enmarcados en su párpado superior por un delineado negro acabado en un rabillo ligeramente descendente y melancólico.

Los pómulos se ruborizaban muy sutilmente dando contorno al rostro.

La moda, como el resto de industrias, durante los años 40 estuvo totalmente controlada por el gobierno, el estilo de la misma atendía a patrones con recursos muy limitados y lejos de cualquier ostentación.


Respecto a la moda, ésta también era un reflejo de la crisis que había Se utilizaban tejidos pobres y de bajas calidades, muy sobrios, casi siempre traducidas a trajes de chaqueta, tanto para los hombres como para las mujeres. Se conseguía una cierta elegancia para ellas, con complementos como guantes y sombreros así como con abrigos y chaquetas.

La ropa se volvió de doble uso, y a veces con la diferente combinación de varias prendas se lograban diferentes aspectos o looks. Y es que en realidad no había recursos para más en esa época; los pañuelos se transformaban en faldas campesinas o turbantes, o se cosían a trajes y pantalones como si fueran remiendos, aunque no tanto para disimular el desgaste de la ropa, como por coquetería.

Se buscan alternativas a la escasez de materiales para la confección de ropa, un ejemplo de esto es el nylon, empleado, entre otras cosas, para hacer las medias, ya que hasta ahora sólo habían sido de seda, haciendo mucho más asequible este producto, pero aun así, debido a la gran crisis económica del momento muchas mujeres simulaban llevarlas pintadas sobre sus piernas.

Todo se volvió muy conservador, lo que también se tradujo a faldas más largas que las que se habían llevado en años anteriores. Ahora los largos cubrían las rodillas, dando un aspecto mucho más sobrio. 
  En Europa, principalmente las francesas, no se dejan amedrentar por este pesimismo, y mientras que en el resto del mundo, las mujeres creían que su deber era vestirse con modestia y sobriedad, ellas empezaron a utilizar los labios de color rojo oscuro y vestidos de colores vivos, como azul, blanco o rojo.

Los zapatos y sobreros crecieron a lo alto. Las mujeres intentaban mantener el equilibrio sobre plataformas y cuñas, de madera y corcho, al mismo tiempo que hacían malabarismos en la cabeza, con cualquier monstruo recargado de cualquier material: periódico, velos, plumas o terciopelo.

Con estos complementos casi no se reparaba en el cuerpo, ya que la figura era muy delgada y la escasa ropa que lo cubría era de seda cruda.

En EE.UU no se notaron tanto las restricciones como en Europa. De 1941 a 1945 la moda no sufrió ningún cambio mencionable. Los trajes rectos adquirieron un aire ligeramente más militar, las faldas se acortaron y los sombreros se hicieron aún más estrafalarios.Con esta imagen desproporcionada, se empezó a reclamar la atención sobre los cuerpos bien formados y elegantes.

Las mujeres comenzaron a dejarse ver con camisas ceñidas de mangas largas y pequeños escotes cuadrados,  la falda llegaba hasta los tobillos, y estaba prohibido lucir joyas o adornos ostentosos, permitiendo como mucho un pequeño bordado sobre el escote.

Fue en 1947 con Christian Dior cuando llegó la revolución a la moda: con su colección denominada por la prensa americana como el “New Look”, presentó una moda femenina en todos los aspectos, ostentosa al destacar las curvas, y muy elegante.

Los rasgos de esta nueva femineidad eran determinados por largos hasta la altura de la pantorrilla, faldas anchas y cinturas de avispa con talle. La parte superior era muy ceñida, con lo que volvieron a utilizarse los corpiños.

Aparece el vestido de coctel, siendo un vestido más elegante que un vestido de tarde, pero menos formal que uno de noche.

Vestido de cóctel de Dior

Los guantes formaban parte del atuendo, junto con los sombreros y zapatos combinados con los bolsos. Se llevaban grandes, pequeños, lisos, decorados, llamativos.  Los zapatos de noche se llevaban muy abiertos, destacando el gusto por el uso de los zapatos de flamenco.

Pero el New Look, también llega a la ropa de diario: faldas estrechas a media pierna, chaquetas entalladas con un pequeño faldón o solapa. Igualmente se usaba mucho la combinación de falda y blusa, o falda y jersey con chaqueta de punto combinada del mismo color. Las mangas eran estrechas y largas, llegando hasta el medio brazo en verano. Apareció el “baby doll”, un pantaloncito bombacho y con mangas abollonadas, usado solo por las jóvenes.

Los trajes de baño seguían teniendo una pernera relativamente larga y se presentaba con una falta corta.


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